Elemento clave; temperatura del motor
El sistema de refrigeración es uno de los elementos más delicados del motor, pues hay que tener en cuenta que la más mínima disminución en la función del sistema de refrigeración supondrá un aumento en el consumo del combustible y averías en el motor. Para evitar ambas consecuencias, la mayoría de los fabricantes de vehículos recomiendan que se lleve a cabo un mantenimiento periódico del sistema para evitar reparaciones inevitables y costosas.
El constante uso de refrigerantes o anticongelantes protegen sobre la corrosión del motor, ya que un recalentamiento del sistema de refrigeración o fugas en el radiador pueden venir ocasionados por un mal mantenimiento del estado del líquido refrigerante del vehículo. En este caso el profesional deberá sustituir el radiador por uno nuevo o realizar una limpieza exhaustiva del circuito, para así eliminar los rastros del refrigerante viejo y lodo. Así mismo habrá que reponer el circuito, añadiendo la mezcla correcta del líquido refrigerante.
También protegen contra el sobrecalentamiento y congelación; para un buen funcionamiento deben ser reemplazados por completo de acuerdo con las recomendaciones del fabricante y ser revisados tanto en verano, debido a las altas temperaturas, como en invierno. Todos los grandes fabricantes recomiendan se revise el líquido refrigerante antes de un largo viaje y se lleve siempre en el vehículo una botella de líquido refrigerante para posibles reposiciones en ruta.